Cabecero de cama 180 cm

Para un cabecero de cama de 180 cm, se recomienda elegir una cama de 180x200 cm, ideal para quienes buscan amplitud y comodidad. Esta combinación asegura una perfecta correspondencia entre el cabecero y la estructura de la cama, creando un conjunto armonioso en tu dormitorio.

Si eliges un modelo como el cabecero de madera Alba (185 cm de ancho), puedes optar por una cama de madera maciza un poco más ancha o aceptar un pequeño saliente para un efecto decorativo. Puedes elegir entre un somier tapizado para un estilo clásico o una estructura moderna de madera o metal para una estética más contemporánea. Asegúrate de que el somier permita fijar el cabecero si optas por una instalación con anclajes.

Hay dos formas principales de instalar un cabecero de cama de 180 cm:

• Fijación al somier: Muchos modelos están diseñados para fijarse directamente a la estructura de la cama. Verifica que los anclajes sean compatibles. En el caso de modelos como el cabecero Alba de 185 cm, asegúrate de que la cama soporte esta anchura o considera la instalación mural como alternativa. Alinea los puntos de fijación y utiliza los tornillos suministrados para asegurar el cabecero.
  
  
• Fijación a la pared: Si tu estructura no permite fijación directa, o si buscas más libertad, puedes instalar el cabecero en la pared. Mide y marca la altura deseada, y utiliza tacos y tornillos adecuados al tipo de muro (hormigón, pladur, etc.). Esta solución permite mayor flexibilidad y un acabado limpio y decorativo.
  
  

Sí, puedes instalar fácilmente un cabecero de 180 cm en un somier ya existente. Solo debes comprobar que los puntos de fijación del cabecero sean compatibles con tu base, ya sea tapizada, de láminas o con canapé abatible.

Los cabeceros de madera maciza, de tela o de polipiel se adaptan bien a estructuras ya instaladas, especialmente si optas por una fijación mural. Esta adición puede realzar visualmente tu cama y aportar un estilo renovado a tu espacio de descanso.

Los cabeceros de cama de 180 cm se presentan en varios materiales, cada uno con su propio carácter:

• Tela: Aportan calidez y confort. Están disponibles en lino, terciopelo, poliuretano o tejidos como gris o beige. Suelen ser acolchados y muy cómodos para leer o descansar.
  
  
• Madera: Robustos y atemporales, se fabrican en madera maciza como el roble, el haya o el pino. Sus acabados varían del aspecto natural al lacado, adaptándose a estilos rústicos, escandinavos o modernos.
  
  
• Cuero o polipiel: Aportan un toque de lujo y elegancia. Fáciles de mantener, están disponibles en blanco, negro o marrón, ideales para camas de diseño.
  
  
• Ratán: Material natural que aporta ligereza visual y un encanto bohemio o escandinavo. Perfecto para crear una atmósfera relajada y acogedora.
  
  

• Cabecero de tela: Aspira con frecuencia para evitar la acumulación de polvo. En caso de manchas, utiliza un limpiador textil específico, haciendo primero una prueba en una zona poco visible para evitar decoloraciones.
  
  
• Cabecero de madera: Limpia el polvo con un paño seco. Si es necesario, utiliza un paño húmedo con jabón neutro. Para los modelos en madera en bruto o tratada con aceites, aplica ocasionalmente cera o aceite para mantener el brillo y la protección del material.
  
  
  
  
• Polipiel o cuero: Limpia con un paño húmedo. Usa productos específicos para mantener la flexibilidad y el brillo del material.
  
  

En Hypnia, ofrecemos cabeceros de cama en diferentes tamaños para adaptarse a cada tipo de dormitorio: 140, 160, 180 y 200 cm. Así puedes encontrar el cabecero perfecto para tu espacio y tu estilo de vida.

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